UN HOMBRE EN EL CIELO

Hay un hombre en el cielo tocando un piano de cola.
Y cada vez que miro hacia arriba recuerdo que me dejó sola.
Cuando el tiempo borró los recuerdos de su memoria
sus dedos siguieron tocando por él toda su historia.
A veces le decía: Papá, tu sabes como baila un hipopótamo?
Y giraba sobre mí misma, mientras el sonreía.
Tocaba el órgano en misa todos los días, siempre gratis,
pues así, decía, él contribuía.
Los domingos eran 6 misas, y así toda su vida.
La verdad, se pasaba un rato, con tanta misa, 
pero esa era su manía.
Bueno, manías tenía unas cuantas, mejor no hablar.
Lo que daría ahora por seguir aguantando sus manias.



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